¿Habéis visto la película “Origen” protagonizada por Leonardo DiCaprio? (Si no lo habéis hecho, no esperéis más 😉). Pues ese momento en que la semilla de una idea se empieza a plantar, se produjo hace muchos años, más concretamente a mitad de carrera. Yo estaba estudiando ingeniería química cuando uno de los profesores más prestigiosos de la universidad nos comentó que nuestro mejor futuro estaría en una petroquímica… En ese momento pensé: -oh no! me he equivocado de carrera-. Pero antes de rendirme empecé a pensar: -Bueno Anna, que no cunda el pánico, todo es química, piensa en algo que te guste y búscale la química.
Lo primero que me vino a la cabeza fue la gimnasia (pero poca química le vi 😅), así que enseguida me pasó por la mente el maquillaje y la cosmética, y allí lo vi claro, fusionar una de mis pasiones con la química, la ciencia y la tecnología. En ese momento comprendí que mi futuro estaría en la cosmética técnica y dirigí todas mis futuras acciones en ese sentido.
Empecé a pensar en mis opciones: trabajar en un laboratorio, en la fábrica, en control de calidad, etc. todas me parecían más o menos bien pero no lo tenía claro, así que decidí estudiar el Máster en Cosmética y Dermofarmacia para entrar un poco más en este mundo y aclarar mis ideas. Allí estudiamos la mayoría de sus áreas técnicas e incluso algunas más tangenciales como marketing y legislación lo cual también me gustó (unos años más tardes estudié el Máster en Dirección de Marketing y Comunicación). Al final comprendí que mientras estuviera relacionado con el maquillaje y la cosmética me iba a gustar🤗.
Uno de los proyectos fue crear una marca con su línea de productos. Entonces se plantó mi semilla, – ¿Podría algún día tener mi propia marca de cosméticos? ¿Qué dices Anna? Estás loca, eso solo lo consigue gente con mucho dinero y con contactos e influencia… y tú no tienes nada de esto, ¡olvídate! -Eso me dije a mi misma, y siempre que me preguntaban acerca de lo que me gustaría hacer, respondía: -pues mi sueño sería tener mi propia marca de maquillaje, pero sé que es imposible.
Empecé a trabajar en una empresa de skincare, luego en productos capilares y finalmente y hasta la actualidad, en una fábrica de maquillaje 🤎.
Cada día, mes y año que pasaba lo tenía más claro, -este es mi sitio- me decía, pero la semilla seguía creciendo en mi interior, empezando a germinar… Hice mis pinitos en lo de crear algo propio, y empecé a formular productos en casa para amigos y familiares, pero no acababa de ser lo que realmente quería… hasta que en Abril de 2021, en un viaje en coche, cuando le iba contando, una vez más, a mi marido mis sueños, él se puso serio y me dijo: -Anna si esto es lo que quieres, vamos a por ello, estudiémoslo, unamos nuestros conocimientos (él se ha formado en administración y dirección de empresa) y al menos intentémoslo, yo te apoyo-, y esas palabras me cambiaron, en ese momento mi semilla floreció de golpe…
Y todo empezó.